sábado, 31 de diciembre de 2011

REAL DECRETO 20 2011 DE 30 DICIEMBRE

REAL DECRETO 20 2011 DE 30 DE DICIEMBRE

Respetando, en todo caso, las disponibilidades presupuestarias del capítulo I de los correspondientes presupuestos de gastos, la limitación contenida en los apartados anteriores no será de aplicación a los siguientes sectores y administraciones en los que la tasa de reposición se fija en el 10 por ciento:
A. A las Administraciones públicas con competencias educativas para el desarrollo de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en relación con la determinación del número de plazas para el acceso a los cuerpos de funcionarios docentes.
B. A las Administraciones Públicas con competencias sanitarias respecto de las plazas de hospitales y centros de salud del Sistema Nacional de Salud.
C. A las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado y a aquellas Comunidades Autónomas que cuenten con Cuerpos de Policía Autónoma propios en su territorio, en relación con la cobertura de las correspondientes plazas.
D. A las Fuerzas Armadas en relación con las plazas de militares de carrera y militares de complemento de acuerdo con lo previsto en la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de carrera militar, y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente.
E. A las Administraciones Públicas respecto de los Cuerpos responsables del control y lucha contra el fraude fiscal y laboral.

viernes, 14 de octubre de 2011

UNA INDUSTRIA ENTRE REJAS


13 de octubre de 2011


EL NORTE DE CASTILLA (CARLOS ÁLVARO).- En la planta se respira un ambiente de trabajo, dedicación y compromiso. Los presos ya han logrado alcanzar una producción diaria de 175 camisas y 125 pantalones

Cuarenta y seis internos elaboran uniformes para los funcionarios de prisiones en el taller de confección textil de la cárcel de Perogordo



E l pasado 23 de septiembre, en el transcurso de la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de los trabajadores de Instituciones Penitenciarias y de los internos, la subdelegada del Gobierno se refirió a una iniciativa que está dando mucho que hablar en el Centro Penitenciario de Perogordo: un taller de diseño y confección industrial en el que a diario se emplean a fondo 46 presos. Se trata de varias cadenas productivas en las que se elaboran los uniformes de los funcionarios que Instituciones Penitenciarias posee en todas las prisiones del Estado.

Los internos trabajan en la confección de pantalones, camisas, chaquetas, corbatas y forros polares.



Nos recibe el director del centro penitenciario, José María García, el subdirector, Hilario Herrero, y la persona que ha puesto todo su empeño y dedicación en el proyecto, la monitora María José Hernangómez, galardonada en la mencionada fiesta de la Merced por el buen trabajo que está realizando desde el pasado mes de marzo al frente de un taller que funciona como una pequeña fábrica. «Elaboramos una media de 125 pantalones y 175 camisas al día -apunta Hernangómez-. Trabajan, entre mañana y tarde, alrededor de siete horas. Lo más importante es la motivación que han adquirido. Ellos son parte de este proyecto porque han participado de lleno en su puesta en marcha. Ahora funcionan a pleno rendimiento, y se encuentran en lo mejor, pero también han sufrido los malos ratos del principio, porque los comienzos siempre son duros».



En el módulo se respira un ambiente de trabajo, dedicación y compromiso absolutos. Los 46 internos que de lunes a viernes se esfuerzan en la confección de las prendas textiles están en el taller por voluntad propia y después de haber demostrado sus aptitudes en el curso de formación que tuvieron que afrontar para pasar la selección con un mínimo de garantías. Trabajan en cadena, como se hace en cualquier fábrica, lo que garantiza un volumen de producción que crece con el paso de las semanas. Cada uno conoce a la perfección su función: uno hace los ojales, otro cose los botones, otro borda el anagrama de Instituciones Penitenciarias, otro plancha, otro dobla... La terapia ocupacional es extraordinaria.



«El máximo beneficio que obtienen les viene dado por la relación laboral que han adquirido y, por supuesto, por el hecho de estar ocupados la mayor parte del día. El tiempo de trabajo no llega a las ocho horas, pero acaban cansadillos y, lo que es más importante, con la mente ocupada en la tarea que están haciendo, que es minuciosa y especializada. Como además perciben salario por la labor que desempeñan, el taller se ha convertido en una motivación extra que les hace olvidar las causas por las que se encuentran aquí », afirma el director de la prisión, José María García. Efectivamente, los internos que forman parte del taller de diseño y confección industrial cobran el salario mínimo interprofesional, además de unos incentivos relacionados con el número de piezas elaboradas. Es decir, cuanto más abarcan, más dinero reciben.



La estancia en la cárcel es dura. El gélido soplo de la ausencia de libertad se palpa en cada rincón, en cada patio, en cada módulo, en el golpe seco de las puertas correderas enrejadas que conectan un pasillo con otro... «Aquí tienes mucho tiempo para pensar», confiesa Alfonso Sierra, encarcelado hace un año por un delito contra la salud pública, «un tejemaneje de drogas en el que no tuve nada que ver pero por el que estoy pagando una condena de cinco años», me cuenta. Alfonso jamás había trabajado en la confección textil, pero hizo el curso de formación y en mayo se incorporó al taller como uno más. Hoy está contento, aunque no deja de pensar en su mujer y en sus hijos, cuyas fotografías ve a diario junto a la máquina de coser.



«Han tenido mucha paciencia -añade María José Hernangómez- porque se trata de una labor minuciosa, coordinada y que requiere de un aprendizaje que no resultó fácil. Tuvieron que hacer muchas pruebas hasta perfeccionar las piezas, pero desde el principio afrontaron la tarea con paciencia y seriedad. Yo estoy encantada con ellos. Siempre he pensado que podían hacerlo y están respondiendo a las expectativas. Es cierto que les hemos inculcado valores positivos, pero ellos han asumido su función y están respondiendo fantásticamente. Es una terapia de trabajo muy buena».



Se trata de un grupo de internos heterogéneo. En él hay personas de Segovia, de Madrid, de otras provincias y también de diversas nacionalidades: búlgaros, marroquíes, rumanos, dominicanos... Los delitos por los que en su día fueron juzgados son distintos, así como los años de condena que cumplen en prisión. «Los 46 que forman parte del taller hicieron el curso de formación. A esta fase llegaron después de haber sido seleccionados por la Junta de Tratamiento del centro, que es la que determina las aptitudes de los internos. Debemos tener en cuenta que no todos atesoran la misma formación. Hay gente que antes que nada tiene que pasar por la escuela porque apenas saben leer y escribir. Cada uno sigue un programa individual que abarca desde la formación escolar, si es precisa, hasta la participación en cursos formativos, como es el caso, programas específicos de tratamiento, etcétera», asegura José María García.

El taller de diseño y confección industrial no solo se lleva a cabo en Segovia; también funciona en los centros penitenciarios Madrid I, Madrid III, Madrid V, Topas, El Dueso, Córdoba y Jaén.



El trabajo de los internos se rige por el Real Decreto de Relación Laboral Penitenciaria, que regula las relaciones laborales de las personas privadas de libertad, que gozan así de su seguridad social y de unas retribuciones dignas y vinculadas a las producción. «Hace unos años, los talleres que albergaba el centro penitenciario estaban ligados a empresas exteriores, pero esto fue desapareciendo. Fue entonces cuando el Organismo Autónomo Trabajos Penitenciarios se planteó la opción de poner en marcha talleres propios. El Consejo de Ministros concedió una encomienda de gestión con el fin de dar a estas iniciativas prioridad a la hora de concursar para asumir la elaboración de la ropa laboral y los uniformes de todos los Cuerpos de Seguridad del Estado. De momento, se está ejecutando el vestuario destinado a los funcionarios de la propia institución», señala el director.



«Empezamos confeccionado forros polares; después, camisas de manga larga y manga corta; ahora disponemos de una cadena específica para pantalones de invierno... Al fondo están las bordaduras... No paramos», dice María José, orgullosa del trabajo de sus aventajados trabajadores. En el almacén, cientos de cajas aguardan la llegada de los camiones que han de llevarlos a su destino. Hay pedidos para Ceuta, para Arrecife, para Topas...



El taller cuenta con la visita regular de un asistente técnico, que es el encargado de velar por el funcionamiento de las máquinas, algunas muy sofisticadas y de gran complejidad electrónica. Y también aportan su granito de arena los funcionarios de vigilancia, siempre pendientes de los internos y garantes de la seguridad en la planta de producción.



La presencia del fotógrafo no ha distraído un ápice a los trabajadores, que en algún momento sí han levantado los ojos de la pieza empujados por la curiosidad. Algunos no quieren salir en la foto; a otros no les importa. Alfonso Sierra lo tiene muy claro: «Así mi mujer y mis hijos me ven en el periódico».

SOLUCIONES OFICIALES EXAMEN 2011

OS DEJO EL ENLACE DE LAS SOLUCIONES OFICIALES.

http://www.institucionpenitenciaria.es/web/portal/datos/descargables/RecursosHumanos/plantilla_correctora_2x_parte_1er._ejercicio_C._Ayudnates.pdf